La salud de tu hígado afecta tu cerebro.

Durante años, se ha estudiado la relación del hígado con el cerebro, siendo un tema apasionante para los investigadores, ya que se descubrió qué los factores de riesgo para el envejecimiento cerebral, cómo niveles altos de colesterol, enfermedades cardíacas, diabetes, tabaquismo, consumo de alcohol, sobrepeso, falta de ejercicio y la menopausia también se relacionan con la salud hepática.
Lo primero es hacer incapie, que el hígado es un órgano que ayuda al organismo a digerir los alimentos, almacenar energía y eliminar toxinas. Los investigadores aseguran que está involucrado en más de 500 funciones vitales del cuerpo humano. Y puede ser afectado por: virus, enfermedades hereditarias, alcohol, drogas, etc.
Un grupo de investigadores suizos descubrió, que una disfunción del hígado puede provocar alteraciones en el cerebro en sólo dos semanas, aunque no se observen síntomas físicos. Esto se denomina “encefalopatía hepática”.
Los resultados del trabajo, publicado en la revista Journal of Hepatology, podrían ayudar a detectar el daño cerebral relacionado con las enfermedades hepáticas a través de un análisis cerebral antes de que el estado de salud de un individuo se deteriore.
Cuando el hígado está enfermo, como en el caso de la cirrosis, una serie de sustancias ya no se filtran, lo que puede causar trastornos psicológicos, motores y neurocognitivos.
Se sabe que uno de los actores de la encefalopatía hepática es el “amonio”, cuyo exceso en el cerebro puede desencadenar edema cerebral y, en algunos casos, la mencionada encefalopatía hepática, explica una de las autoras del estudio, Valérie McLin, profesora del Departamento de Pediatría, Ginecología y Obstetricia de la Facultad de Medicina de la Universidad de Ginebra.
La investigadora puntualiza que todavía existen dos factores desconocidos: si acaso hay otros agentes moleculares responsables, y cuánto tiempo tarda el cerebro en verse afectado por una disfunción hepática.
En un intento por responder a estas cuestiones, los científicos observaron ratas con enfermedad hepática crónica durante ocho semanas. Rastrearon a cada animal individualmente poniéndolo en una resonancia magnética cada dos semanas. Gracias a esto, pudieron detectar los cambios desde el inicio de la enfermedad hepática".
Encontraron que el proceso afecta al cerebro desde la segunda semana de la enfermedad hepática. Y, sin embargo, las ratas tienen síntomas mínimos de la enfermedad. "Basándonos en estudios anteriores, pensamos que se necesitarían unas seis semanas para ver un impacto, es decir, al principio del deterioro de la salud del animal", apuntan los autores.
"A partir de ese momento, observamos que además del exceso de amonio en el cerebro, la concentración de otras moléculas clave disminuye: la vitamina C, antioxidante, y la creatina, que cumple muchas funciones, incluidas las relacionadas con la energía", detallan. Esta es la primera vez que se demuestra visiblemente cómo se desarrolla la complicación en el sistema nervioso, celebraron por último los autores del informe.
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Referencia
Braissant, O., Rackayová, V., Pierzchala, K., Grosse, J., McLin, V., & Cudalbu, C. (2019). Longitudinal neurometabolic changes in the hippocampus of a rat model of chronic hepatic encephalopathy. Journal of hepatology.