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Mejora tu agilidad mental

¿Eres más inteligente que un pulpo?

Actualizado: 5 abr 2021

¿Has escuchado de la recompensa inmediata?



Este concepto proviene del sistema de recompensa que todos los animales «superiores» tenemos. Como parte de nuestro sistema de supervivencia, nuestro cerebro está preparado para recompensar aquellos comportamientos que suponen algo beneficioso.


Esto genera en nuestro cerebro una avalancha de endorfinas y actividad neuronal que puede hacer que incluso la persona más sensata tome decisiones cuestionables, pero ¿qué pasa cuándo evitamos tomar una decisión precipitada como lo hace un pulpo o un niño?


Una prueba cognitiva diseñada para medir la capacidad de un niño para retrasar la gratificación ha sido probada en un grupo de pulpos, para conocer su reacción.


La popular prueba del malvavisco fue una prueba diseñada para ver si los niños podían quedarse solos con un malvavisco por investigadores de Stanford en la década de 1970. A los niños se les dijo que si esperaban 15 minutos y no comían el malvavisco tan pronto como el investigador saliera de la habitación, serían recompensados por esperar con otro malvavisco.


Desde el inicio de esta prueba, se ha aplicado a otras especies explorando cómo diferentes animales procesan la información sobre los alimentos, específicamente la planificación alimentaria. Es una habilidad especial que tenemos los humanos, ¡o eso creíamos! Las pruebas demostraron qué otros primates, aves y perros pueden pasar la prueba.


Entonces ¿Qué sucede cuando le pide a un pulpo que realice la prueba? En una versión personalizada de la prueba del malvavisco, el pulpo se basó en la información visual de los símbolos en las puertas que se abrieron con un mejor regalo tras 10 segundos.


A los pulpos de les dio un camarón como recompensa, pero sí tenían paciencia y esperaban un poco, podían obtener otro camarón (los camarones son uno de los alimentos preferidos de los pulpos). Se observaron dos grupos de pulpos, un grupo de control que solo tuvo acceso a un camarón y un grupo que se entrenó para esperar a la apertura de la segunda puerta y recibir un camarón extra.


Los dos grupos se entrenaron 6 veces por día, con el fin de asociar estímulos visuales a la obtención de su recompensa. El grupo con la puerta que se abrían rápidamente se dio cuenta de que si esperaba un poco podía obtener una mejor recompensa cuando se abriera la segunda puerta, mientras que el grupo de control se abalanzó directamente por la presa, debido a que no tenía el mismo entrenamiento.


¿Qué nos dice esto?


Que los pulpos son capaces de usar su capacidad cognitiva para comprender que sí pueden esperar un poco es posible obtener una recompensa mayor, lo cual confirma que estos animales utilizan el discernimiento cognitivo.


La próxima vez que estés preparado para tomar una decisión toma tu tiempo y espera, recuerda a nuestros amigos marinos y aprovecha tu capacidad cognitiva para analizar la situación.




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