Es común tener una sensación de sueño después de realizar una comida rica en carbohidratos y grasas. Hace tiempo se tenía la hipótesis de que esto era causado por el desgaste energético del cuerpo durante el proceso de digestión. Sin embargo, esta hipótesis ha sido descartada por un grupo de investigadores de la Universidad de Manchester Inglaterra, quienes han publicado que la verdadera razón del sueño que sentimos después de la comida radica en las variaciones de la glucosa en sangre consecuencia de los alimentos ingeridos.
El aumento en los niveles de glucosa hace descender las orexinas los cuales son péptidos producidos por neuronas especializadas en el hipotálamo, cuya función es participar en la regulación de los ciclos de sueño y vigilia, ayudando a mantener el estado de alerta.
Los niveles de glucosa elevados afectan el funcionamiento de estas neuronas especializadas disminuyendo el nivel de orexinas e interfiriendo con la capacidad para mantener el estado de alerta. El estudio indica que incluso ligeros incrementos en los niveles de glucosa en la sangre limita significativamente la actividad de las neuronas encargadas de las orexinas, provocando adormecimiento.
Esta estrecha relación entre alerta y niveles de glucosa es sorprenderte aunque este descubrimiento encaja con la teoría de la evolución. Ya que es ventajoso para los animales suprimir el consumo energético tras la obtención de alimento, para que las calorías duren tanto como sea posible.
También se especifica que no todas las comidas son iguales, los alimentos ricos en carbohidratos o grasas elevan el nivel de glucosa en la sangre y causan mayor agotamiento, los alimentos con mayor contenido de proteínas son menos propensos a provocar este efecto. Así que, si quieres permanecer activo en tu jornada laboral sin quedarte dormido debes aumentar el consumo de carne.
Otra buena opción es el consumo de suplementos nootrópicos que te ayudan a mantenerte alerta y concentrado durante todo el día, además que te ayudaran a mejorar tu rendimiento.
